Bien que merece la pena el esfuerzo, el madrugón, las horas de coche, el dinero, que es lo de menos, y como no, las horas de bici, que al menos, en lo que a mi respecta, me están permitiendo conocer una parte de la historia de "esa tierra onde vivimos", incluyendo pueblos a los que nunca había ido ni en coche, aun teniéndolos tan cerca, pero que muchos desconocemos.
También habría que decir, que cuesta mucho el poder ir acumulando experiencias y aventuras encima de la bici, sobre todo, por las obligaciones familiares y laborales que tenemos cada uno, y que con frecuencia, impiden que seamos más los que nos juntemos en cada salida de bicicleta, y que suponen muchos quebraderos de cabeza y esfuerzo, hasta que te ves sentado delante del ordenador, intentando relatar lo mejor que uno sabe, aquello que has vivido gracias a nuestra afición al ciclismo, y en éste caso, al de montaña, que tiene su encanto particular por el contacto con la naturaleza, o como también lo tiene el ciclismo de carretera, subiendo a puertos míticos y famosos, donde uno se siente orgulloso de haber conseguido el objetivo que se marcó.
Y nada más, tan solo alegrarme de haber compartido otra aventura con los colegas, y desear, que para la próxima, seamos muchos más los que disfrutemos de otra bonita jornada de pedaleo.
SaLú
