Primera del año, ha salido un clarito en el cielo, he convencido a mi compi de fatigas y hemos visitado el Río Campanillas y la presa de Casasola, viendo imágenes algo insólitas, de hecho, creo que la presa y el río nunca han tenido tanta agua. El caso era ver lo mucho que ha cambiado el paisaje, hay agua por todos lados, y no es para menos, con los más de 300 litros por m2 que han caido en la provincia, y bien que se han recibido, aun a costa de olvidarnos unos cuantos días de salir con las bicis, pero no nos podemos quejar, hacía falta después del veranito que hemos pasado en noviembre, tendremos agua para una temporada, y con el campo lleno de vida, así que, a ponerse las pilas, que el campo nos llama, bueno, y la carretera, que ya tengo flacaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, jajaja, eso, que la Encarni me ha cogido por banda el día de reyes con una sorpresita y me he dado un regalito, otra Wilier pa la familia flaquera, ya estaba harto de esperar, y como era la que debí comprarme en su momento, no he resistido la tentación, pronto la veremos surcando los valles, y espero que con una nutrida compañía, que así sea.
SaLú
